Cómo influye el clima en el estado de ánimo y la personalidad

Es un saber generalizado y ahora también científico que el clima influye en nuestro estado de ánimo. A la mayoría de las personas los afecta los días de extremo calor, frío, días grises o lluviosos.

El clima puede afectar no solo cómo uno se siente a diario, sino también en la salud mental en general. Por ejemplo, la Clínica Mayo define el trastorno afectivo estacional (TAE) como un «tipo de depresión relacionada con el cambio de las estaciones». Los que sufren de TAE generalmente muestran síntomas como falta de energía y una pérdida de interés en las actividades sociales al inicio de invierno, y tienden a sentirse mejor una vez que llega la primavera.

Los signos y síntomas del trastorno afectivo estacional pueden comprender:

– Sentirse deprimido gran parte del día, casi todos los días
– Perder el interés en actividades que alguna vez disfrutó
– Tener poca energía
– Tener dificultades para conciliar el sueño
– Sufrir cambios en su peso o apetito
– Sentirse perezoso o inquieto
– Tener dificultad para concentrarse
– Sentirse desesperanzado, inútil o tener sentimientos de culpa
– Tener pensamientos recurrentes de muerte o suicidio

Según una investigación realizada por la revista Nature en 2017, que se centró en los rasgos conductuales de más de 1,5 millones de personas que viven en Estados Unidos y China, destacó cómo sus personalidades se alinean con la temperatura promedio de su ciudad natal.

Los investigadores concluyeron que aquellos que crecieron en ambientes demasiado calientes o muy fríos eran más propensos a identificarse como introvertidos, mientras que aquellos que vivían en áreas donde la temperatura promedio alcanzaba una temperatura de 22 grados centígrados eran más extrovertidos.

Otro estudio, realizado por la revista Emotion, confirma la influencia del clima en el estado de ánimo. Tras una encuesta a más de 1.000 personas se analizaron sus respuestas y se comprobó qué fenómenos atmosféricos ejercían una labor negativa sobre el estado de ánimo y cuáles no afectaban. De ello, extrajeron que tanto la temperatura como la luz del sol y el viento influían negativamente sobre el estado de ánimo.

E incluso, investigaciones publicadas en la revista científica Nature Scientific Reports, relacionaron los aumentos de urgencias psiquiátricas con los días nublados o lluviosos.

«El clima es un regulador natural del humor y de nuestra salud», explicó El psicólogo español Miguel A. Rizaldos, que no se atreve a establecer rasgos cerrados en la personalidad según cada zona geográfica, pero sí apunta a un estudio realizado en la Universidad de Hamburgo, que encontró una posible relación entre el clima templado o moderado y el buen estado de ánimo.

En sus estudios publicados, Rizaldos destaca que:

-Antes de una fuerte lluvia o viento fuerte: la atmósfera está cargada de iones positivos, por lo que es posible que estemos más irritables y nerviosos. Una vez que llega la calma atmosférica vuelven los iones negativos y segregamos la cantidad idónea de serotonina, la hormona que genera bienestar.

– Mucho calor: la tensión y glucosa bajan, por ello podemos sentirnos sin energía y sufrir migrañas, conjuntivitis y alergias, además de falta de atención. Existen estudios que han demostrado que en días muy calurosos aumenta el riesgo de suicidios.

– Viento fuerte: es más probable que nos pongamos más irritables. Si los vientos son cálidos: provocan jaquecas, migrañas, dificultad para concentrarse y memorizar, e incluso, más accidentes de tráficos y peleas. Si son fríos, tendremos más necesidad de ir al baño, respiraremos peor y aumentarán los trastornos circulatorios.

-Viento fuerte mantenido: puede provocar que las personas más vulnerables a la depresión tengan más comportamientos depresivos.

Su investigación concluye que las temperaturas templadas, no extremas -tanto en invierno como en verano- facilitan la realización de actividad física y la inversión del tiempo al aire libre, condiciones que están «claramente asociadas con el bienestar y bajos niveles de estrés.

Fuente: INFOBAE

Foto de: Wim van ‘t Einde de Unsplash

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