Cómo encontrar compradores para vender tu propiedad

Encontrar compradores para vender una casa no es para nada una tarea fácil. Si vas a vender un inmueble y no tienes ni idea de cómo conseguir compradores, en esta nota te explicamos los dos caminos por los cuales podes optar.

Pero antes que nada, el primer paso es evaluar el perfil de los potenciales compradores: ¿son solteros?, ¿son familias con niños pequeños?, ¿son parejas de adultos mayores?, ¿es para vivienda habitual o para inversión?; también importa considerar si por su perfil son propensos a buscar a través de inmobiliarias, o se manejan por su cuenta por Internet.

A grandes rasgos, los vendedores de propiedades se clasifican en dos:

  1. Dueños (venta directa)
  2. Inmobiliaria

Te contamos las ventajas y desventajas de cada opción al momento de para llamar la atención de potenciales compradores.

Dueño vende:

En este caso, el dueño es el responsable de todas las etapas de la venta, las principales tareas son:

  • Consiguir visibilidad: a través de la colocación de carteles, del boca a boca, etc.
  • Publicar anuncios en medios digitales. Esto incluye tomar fotografías de buena calidad y perspectiva, redactar textos llamativos, seleccionar los medios y las redes sociales.
  • Atender las consultas a través del teléfono, mail, bandejas de entrada de las redes sociales, etc.
  • Gestionar las visitas de los interesados.
  • Negociar el precio.
  • Una vez que esté concretada la venta, gestionar el papeleo y los documentos legales requeridos.

Inmobiliaria Vende:

La gran ventaja de este método para encontrar compradores es que se ahorra todo el esfuerzo y el desgaste de la venta particular. Además es posible acelerar los tiempos y lograr mejores resultados en la negociación del precio.

Sin embargo, la desventaja de contratar a una inmobiliaria es que tanto el comprador como el vendedor deben pagar la comisión por la venta, que ronda el 3% del precio de la vivienda, a lo que hay que sumar el IVA.

Con las inmobiliarias, hay dos maneras de trabajar:

1. Firmando un contrato de exclusividad con la inmobiliaria: cediendo los derechos de la venta de la propiedad por un periodo determinado.

2. Trabajar con varias inmobiliarias a la vez: se supone que las distintas agencias competirán entre ellas y estarán motivadas para vender tu piso lo antes posible.

Foto de Luc Bélanger / Unsplash

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