1. Empezar a prepararse lo antes posible
Lo ideal es empezar a preparar la casa desde el momento en el que nos decidimos ponerla a la venta, así tenemos suficiente tiempo para ponerla al día, hacer reparaciones y ordenar. El tiempo tiene que ser suficiente para que luzca lo más acogedora y arreglada posible.
2. Buscar ayuda profesional
Un agente inmobiliario local nos puede darnos información sobre propiedades similares en tu zona, informarnos sobre las tendencias de los precios y aconsejarnos para mostrar bien tu casa.
3. Arreglarla
Muchos vendedores dudan a la hora de hacer mejoras antes de poner su casa en el mercado, como pintar alguna pared, reparar puertas, cambiar alfombrados, porque creen que el comprador querrá elegir su propia decoración. Pero en general, los compradores quieren mudarse a casas a las cuales no tenga que hacerles grandes reparaciones.
Estos son algunos consejos prácticos para arreglarla y lograr el resultado deseado con poco esfuerzo:
- Poner orden.
- Guardar los objetos muy personales (fotos, colecciones, recuerdos de viaje, etc.)
- Mirarla desde afuera, el exterior es fundamental. Las primeras impresiones son decisivas.
- Limpiar, limpiar y limpiar.
- Utilizar la nariz, un mal olor desanimará al comprador aunque la casa sea espectacular. Especialmente los olores a animales.
- El viejo truco de torta recién horneada y flores frescas realmente funciona!
4. Controlar los gastos
Obviamente hay que tener cuidado de no gastar demasiado, porque si nos excedemos podemos no recuperar los costos de renovación, especialmente si gastamos en en cosas que los compradores no valoran realmente. En relación a esto es importante consultar a nuestro agente inmobiliario.
5. Ponerle un precio adecuado
Lo que pagamos por la casa cuando la compramos puede no ser lo más relevante, ya que el mercado tiene oscilaciones que hacer variar los valores de las propiedades.
6. «Desaparecer» cuando vienen los promitentes compradores
Es conveniente dejar que el agente inmobiliario muestre la propiedad, ya que son ellos los profesionales».
7. Mantener el ritmo
Cuanto más tiempo lleva una propiedad en el mercado, más les cuesta a los propietarios mantenerla en óptimas condiciones, pero incluso si la hemos mostrado 100 veces, hay que aprontarla para la próxima visita, ya que tal vez la visita 101 es la buena.
