En algunas oportunidades es posible negociar el precio que pide el vendedor, aunque en un porcentaje razonable y con una razón que lo respalde. También es importante disponer de la mayor información disponible del vendedor.
Llegado el momento de la negociación, para lograr negociaciones en el precio, es recomendable:
1. Presentar una oferta razonable: para lo cual es esencial conocer el mercado a fondo. Si bien una oferta por debajo del precio inicial de un 10% en algunos casos puede ser razonable, en algún otro no pude ser mayor de un 5%. En este juegan un papel clave los operadores inmobiliarios, que pueden brindar asesoramiento para garantizar una negociación efectiva.
2. No realizar muchas visitas al inmueble: frecuentemente, el interesado visita la propiedad primero solo o en pareja, más tarde con sus hijos, después con sus padres o sus suegros, también llama a un amigo arquitecto, etc. Es cierto que debemos tener el mayor conocimiento posible de una vivienda antes de realizar una inversión de este tipo, pero mostrar demasiado interés puede jugar en contra a la hora de negociar.
3. Señalar una fecha límite para la aceptación de la oferta: poner un plazo de tiempo límite para la aceptación de la oferta. Este plazo oscila habitualmente entre los 5 y los 7 días, “generalmente las negociaciones más rápidas son las que mejor evolucionan”.
4. Mostrar flexibilidad con los plazos del acuerdo: Para muchos propietarios, llegar a un acuerdo en los plazos de entrega de la vivienda, en la firma de las escrituras, etc. puede ser más importante que cerrar la operación por un precio algo mayor o menor. Esté atento a las necesidades del vendedor para adelantarse a la hora de facilitar los términos del acuerdo.
