Vacaciones en casa y en la rutina del día a día

En general pensamos que para descansar y relajarnos debemos salir de nuestra casa y nos pasamos esperando que llegue el fin de semana, las vacaciones, los fines de semanas largos, sin tener en cuenta el tiempo de ocio que tenemos regularmente durante todo el año en la vida cotidiana.

Estando en casa, mientras que no sea posible alejarse de la rutina, es fundamental relajarse y recuperar su tranquilidad.

Los sentimientos de serenidad que tenemos durante los días de descanso son cuestión de actitud y no están determinados por el lugar. Somos nosotoros mismos los que nos damos permiso para disfrutar y relajarnos mientras estamos de vacaciones o fuera de casa.

Ese permiso, nos lo podemos dar en casa cuando estamos rodeados por la rutina del día a día.

Nuestras casas son espacios que nos demandan mucha energía por la cantidad de tareas cotidianas que tenemos que asumir: cocinar, limpiar, etc. Por eso lo más importante es deshacerse de la idea de que las tareas de la casa hay que ponerlas en primer lugar de prioridad, y asumir que la relajación es un asunto vital.

Cuando estamos en casa, es fundamental comprometerse a priorizar también lo que consideramos verdaderamente agradable. Todas las tareas pueden esperar un rato mientras disfrutamos de un rato de descanso y relax, escuchando una buena música, leyendo un libro, tomando algo que nos alegre el ánimo, o haciendo cualquier actividad que disfrutemos.

La relajación y el descanso tienen que tener un lugar destacado en nuestra lista de tareas pendientes, porque la vida no debe ser esperar a que lleguen los fines de semana o los días de vacaciones.

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