Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los ahogamientos representan la segunda causa de muerte por traumatismo no intencional en el mundo en niños y adolescentes menores de 20 años, luego de los accidentes de tránsito.
Quienes presentan mayor riesgo de ahogamiento por inmersión son los niños menores de cinco años y los episodios, en general, se producen en el ámbito doméstico. Esto se debe a una inadecuada supervisión y a la presencia de depósitos de agua o piletas sin medidas de resguardo.
En los adolescentes y pre adolescentes, la mayoría de las situaciones suelen presentarse en ríos, arroyos, lagos y mares, fundamentalmente por falta de observancia de reglas elementales de seguridad. Los varones registran una relación de 2 a 1 con respecto a las mujeres, presumiblemente porque ellos presentan una mayor exposición a prácticas arriesgadas.
Las siguientes medidas, se extienden a piscinas, ríos, arroyos, lagos y mares.
1- Vigilancia atenta y permanente de un adulto responsable
2- Visión directa del niño
3- Nunca permitir a los niños bañarse solos
4- Relación adecuada entre el número de cuidadores y de niños
5- Instalar cercos perimetrales para todas las piletas
6- Bordes y el piso alrededor de las piletas de material antideslizante