¿Es posible pasar unas vacaciones sin estar conectados a Internet?

El uso de los dispositivos móviles no reconoce períodos ni épocas en el año, y muchas personas se mantienen conectadas incluso en vacaciones.

Por lo general, en la lista para armar la valija  de las vacaciones, entre los objetos primordiales está el celular y su cargador, e incluso a veces la notebook o la tablet. Además, el principal requisito de un alojamiento es que tenga wifi.

Para Cynthia Zaiats, neuropsicóloga especialista en adolescentes y adultos, y jefa de servicio de psicología del Sanatorio Modelo de Caseros (Buenos Aires, Argentina), estar conectados durante las vacaciones puede traer aparejadas varias consecuencias, ya que la persona nunca logra nunca relajarse: «Suele suceder en personas que tienen un cargo muy alto en una empresa y que sienten esa responsabilidad de estar pendiente de lo que sucede todo el tiempo».

Si bien se trata de una adicción relativamente nueva: la adicción a la tecnología no reconoce períodos ni épocas en el año. «Cuando mis pacientes deciden emprender un viaje solos, con amigos o en familia, mi recomendación es que se alejen de los celulares, ya que tienen mail, Whatsapp, archivos, entre otros, que lo único que hacen es hacer más dependientes a las personas de sus trabajos a la lejanía»

«La idea de que se tomen unos días es que puedan despejarse, ya que nunca cortan con la rutina. Lo que sucede también es que la persona se encuentra con el reclamo de la familia y se dan cuenta que necesitan ayuda para que se desconecten», enfatizó la especialista.

En este contexto, la profesional enumeró una serie de consecuencias del uso desmedido de la tecnología en vacaciones:

-Se desconectan de la familia, de la sociedad y del ambiente.

– Como consecuencia se generan problemas familiares y conflictos con el entorno.

-El estrés trae aparejado consecuencias muy grandes, porque lleva a otros problemas de salud

 

Y aunque la problemática se dé más que nada en adultos que no pueden desconectarse de sus trabajos, también está presente en adolescentes y jóvenes que necesitan vivir conectados en sus redes sociales. «El chico tiene la necesidad de estar todos los días con el celular en la mano porque es la manera de conectarse con sus amigos. Los adolescentes viven de las apariencias para las redes sociales y de ese modo no quedar afuera de nada», dijo la neuropsicóloga.

El uso de la tecnología por parte de los niños, niñas y jóvenes es un fenómeno que está lejos de cambiar. Por el contrario, un informe de Unicef (2017) reveló que los jóvenes son la generación más conectada y que los menores de 18 años representan 1 de cada 3 usuarios de Internet en el mundo. De acuerdo a un estudio de la Universidad de Los Andes, niños, niñas y jóvenes pasan, en promedio, 6 horas al día frente a un dispositivo electrónico.

Aunque sea imposible pensar en un retroceso tecnológico, es posible pensar en un descanso en donde lo importante sea disfrutar el aquí y el ahora junto a la familia y los amigos.

Fuente: INFOBAE 

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