En esta época resulta fundamental el riego frecuente. Es clave hacerlo fuera de las horas de calor, es decir, antes de las 10 y después de las 18 horas. De todos modos, en caso de que no se tenga tiempo en esos momentos más vale regar al mediodía que no hacerlo. En esos casos, se debe evitar mojar las flores y hojas.
Es importante recordar que las plantas en maceta requieren mas riego que en tierra. Por ejemplo: en períodos secos una lavanda en maceta hay que regarla día por medio a pesar de ser un planta que requiere de poca agua; en tierra puede regarse cada tres o cuatro días si no llueve.
Además del riego es imprescindible combatir los insectos, como los pulgones (preferentemente optar por insecticidas orgánicos), y los hongos que suelen aparecer a pesar de la sequía.
Es bueno cubrir la tierra con una capa de tres centímetros de hojas secas, corte de césped, corteza de árbol o compost con la finalidad de proteger el suelo del calor y retener mas la humedad.
Fuente: Eme de Mujer
