Negociando el precio de compraventa de una propiedad

Para un comprador, negociar el precio de compra de una propiedad es una de los momentos más difíciles de todo el proceso de compraventa, pero es importante tener en cuenta que el vendedor previendo la negociación, en general aumenta el precio de venta, para que una rebaja no lo afecte tanto.

Además, lo más habitual es que el vendedor quiera cerrar la operación de compraventa lo antes posible y esto lo predispone a negociar.

En términos muy generales, los puntos de presión más efectivos para conseguir una rebaja en una operación de comraventa son:

  1. La propiedad está por encima del precio de mercado.
  2. El vendedor se encuentra en una situación de premura y tiene urgencia en vender.
  3. La propiedad tiene cargas impositivas, o deudas altas.

Con una buena negociación, se puede llegar a obtener una rebaja entre el 10 y 20% al comprar una propiedad.

Para que afrontes con éxito este momento, tenemos algunas recomendaciones para compartir:

  1. Realizar un estudio de mercado, para estimar el precio «real».
    Comparar el precio con inmuebles de similares características, para evaluar si está en el rango de precio del mercado. Si es más alto, se podrá negociar con mayor facilidad. Otro aspecto es el estado de mantenimiento y las condiciones generales en las cuales se encuentra la vivienda.
  2. Investigar cuánto tiempo lleva sin venderse la propiedad.
    Si lleva mucho tiempo, será más probable que el dueño esté dispuesto a ajustar su precio.
  3. Averiguar cuales son las cargas impositivias que tiene el inmueble.
    Es fundamental saber si tiene deudas de algún tipo, pero también si los gastos de impuestos municipales, contribución inmobiliaria, entre otros son muy altos.
  4. Descubrir el motivo de la venta.
    En general, es más fácil pedir una rebaja si el propietario tiene apuro para vender.
  5. Ser el primero en hacer una oferta.
    Quien hace la primera oferta tiene más ventajas a la hora de lograr la rebaja deseada, es el “efecto ancla”, porque el primer precio ofertado es el que recordarán mejor las partes implicadas.
  6. Demostrar solvencia financiera y conocimiento de las alternativas hipotecarias.
    A la hora de negociar una oferta final, es importante demostrar solvencia económica para proporcionar confianza al vendedor; ya sea demostrando que es sujeto pasible de obtener préstamos inmobiliarios en Bancos de plaza, o en caso de pagar al contado la totalidad, o parte del inmueble.
  7. Respetar los plazos de entrega que propone el vendedor.
    Puede ser que el propietario esté vendiendo su propiedad para comprar otra. En este caso, seguramente necesitará quedarse en la casa durante más tiempo, incluso con la operación cerrada. Ser flexible y ofrecer al vendedor el tiempo que necesite en cuanto a plazos de entrega será un punto a favor del comprador cuando pongas sobre la mesa una oferta.

Foto de Scott Graham / Unsplash

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