Son habitantes frecuentes de los roperos que no se utilizan de forma habitual, como pueden ser los de casas de playa que son usados únicamente en periodos puntuales. Los primeros indicios de que en tu armario puede haber polillas son los siguientes:
– Olor a humedad
– Tejidos con polvo, descoloridos o agujereados
– Telarañas en la esquina de los armarios o en la propia ropa.
¿Qué hacer con la ropa?
Si hay alguna que esté muy dañada, directamente hay que tirarla. Pero si la podemos rescatar, hay que lavarla con agua caliente y secarla al sol. Si es una prenda que no se puede lavar en caliente, una solución puede ser ponerlas dentro de una bolsa en el congelador durante 24 hs. Así, se pueden eliminar restos de huevos o larvas de polillas.
¿Qué hacer en el ropero?
Si la polilla se ha desarrollado en los armarios es porque encontró un ecosistema de polvo y humedad favorable para su propagación. Para combatirlas, es necesario vaciar los armarios, aspirar el polvo y limpiar con agua y jabón.
Para acabar con la humedad, se pueden colocar saquitos de arroz y sal en el armario y dejarlos abiertos para ventilarlos al menos durante un día.
