Para descansar y disfrutar de las vacaciones las casas de veraneo requieren de espacios prácticos y funcionales, te damos algunos consejos para tomar en cuenta e ir poniendo tu casa a tiro para las próximas vacaciones.
Los colores del verano: es un acierto apostar por el blanco como tono predominante y compleméntalo con colores luminosos, alegres y frescos: turquesas, los azules, amarillos y colores tierra.
La clave es el dormitorio: es el principal refugio al interior de las casas de vacaciones. En esta habitación es importante elegir colores fríos –como el verde o el azul–, porque contribuyen a generar una sensación de calma y sosiego.
Evitar el calor que entra por las ventanas: En las ventanas usar cortinas que frenen los rayos solares. El algodón y el lino, texturas 100% naturales, son los tejidos más adecuados ya que absorben la humedad y dejan traspasar el aire. También es muy recomendable colocar tejidos anti mosquitos.
Inspirarse en el entorno: con flores silvestres de las sierras, conchas, caracolas, botellones y jarrones de vidro, velas blancas, etc. Los complementos de ratán, los canastos y los accesorios de bambú combinan de maravilla.
Abrir la casa al exterior: La arquitectura actual apuesta cada vez más por espacios que se abren al paisaje, desdibujando límites entre el interior y exterior. La continuidad visual, se logra eligiendo cerramientos con perfiles amurados al suelo que no constituyan ningún obstáculo ni visual ni al paso.
Espacios al aire libre: disponer de muebles adecuados (mesas, sillas, sillones, reposeras, etc.) para crear rincones para disfrutar de buenas siestas o lecturas al aire libre.
