En 1925 Albert Einstein visitó el Río de la Plata; cartas enviadas a su familia revelan las impresiones que se llevó el científico de Montevideo y Buenos Aires.
Después de haber pasado varios días en Argentina, Einstein llegó a Montevideo, en donde permaneció no más de tres días. Nuestra capital le resultó “mucho más humana y disfrutable que Buenos Aires, algo a lo que las menores dimensiones de la ciudad y el país contribuyeron, por supuesto”.
Uruguay le impresionó como “un feliz pequeño país” con “instituciones sociales modelo”, en especial aquellas que protegían a las mujeres y “a los ancianos y a los hijos ilegítimos”.
De su llegada a Montevideo escribió “Me recibieron con una genuina cordialidad como raramente encontré en mi vida”, de nuestra gente le sorprendió el “amor por la tierra sin ningún tipo de megalomanía”. “En ocasiones, apenas podía recobrar el aliento frente a tanto amor” de los uruguayos, añadió.
Resaltó además que Uruguay era un estado “muy liberal, completamente separado de la Iglesia”.
Los uruguayos le hicieron recordar “a los suizos y los holandeses”, dijo Einstein, según quien “el diablo se apodera de los países grandes con su locura”.
Nota tomada de El Observador
