Cuatro claves para decorar tu vivienda de descanso

Para que tu casa de vacaciones sea tu refugio ideal, debes crear un espacio confortable, funcional y por supuesto, con buen gusto. Que sea “la otra” no significa que valga todo y que se convierta en un depósito de las cosas que sobran, te da pena tirar o ya no se usan.

Tomá nota de estas ideas y querrás disfrutarlas todo el año.

A cada lugar, un estilo

Está claro, la playa y el mar encajan mejor con un estilo fresco y actual, con aroma contemporáneo (nos encanta el boho chic), mientras que la casa en el campo pide a gritos un rústico, en estado puro bien actualizado y renovado.

En general, no queremos crear una reproducción de nuestra casa principal, sino crear una diferente y única, en sintonía con el entorno. Así, en el campo, es mejor optar por colores tierras y ocres, capaces de destacar la belleza de los muebles de madera, típicos de estas casas, y de poner una nota llena de calidez. Mientras que si está ubicada próxima al mar, lo mejor es apostar por los claros, todos aquellos que recrean la arena de la playa, el azul del agua o el versátil y luminoso del blanco.

El leifmotiv: sentirse a gusto

Las casas de vacaciones tienen que ser espacios cómodos, donde desconectar y descansar de la rutina del resto del año. Tienen que transmitir bienestar y tranquilidad y todo debe ayudar a conseguirlo. Por este motivo, es bueno apostar por una distribución sencilla, que tenga en cuenta y aproveche la arquitectura del espacio y resulte, al mismo tiempo, limpia visualmente: sin exceso de mobiliario, de mezclas de estilos y de colores.

Lo natural es un buen aliado

Con el fin de sintonizar la casa con el paisaje exterior, buscá materiales que nos lo sugieran: maderas, fibras naturales, mimbre, cáñamo… Tejidos capaces de transmitir esas sensaciones. Telas rústicas y rugosas, como los linos, son ideales para casas de campo, mientras que las ligeras y vaporosas, lisas o con motivos veraniegos, lo son para tu refugio en la playa. Los objetos decorativos (caracolas, conchas, esculturas de madera, flores…) son también buenos aliados para recrear un tipo de atmósfera especial o particular.

Utilizá la imaginación

La originalidad es siempre un valor en alza. Hay objetos que en tu vivienda habitual ya no pegaban, pero que pueden tener en estas nuevas casas una segunda oportunidad.

 

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