Reformar una vivienda que sabemos que vamos a disfrutar durante los próximos 20 o 30 años puede ser una experiencia muy emocionante. Pero hacer una reforma para revalorizar la casa y venderla al poco tiempo no lo es tanto.
Por eso, antes de embarcarnos en un proyecto como este y que finalmente sea rentable, es importante tener en cuenta algunas cuestiones.
1. No gastar más de lo que podemos recuperar, lo cual requiere de un cuidadoso estuido y valoración de opciones y alternativas.
2. Priorizar la reforma de la cocina y los baños, en general es lo que los compradores se fijan más. Especialmente si son muy antiguos, tienen humedades o malas cañerías. Son factores que pueden echar para atrás a potenciales compradores.
3. Renovar en lugar de cambiar, eso puede ser darle un un buen lavado a las puertas, las ventas y persianas, acondicionar los jardines y terrazas, cambiar las canilla viejas, restaurar los placares de dormitorios, cocina y baños, etc. Es incríble el peso que las cuestiones meramente estéticas tienen a la hora de comprar.
4. Pintar para cambiar el aspecto de la casa, no hay nada como pintar una casa para cambiar por completo la apariencia de una vivienda. Sobre todo si elegimos bien los colores y le damos un toque moderno. Pero es que además, la pintura contribuye a agrandar visualmente los ambientes y a darles mayor luminosidad, lo que puede modificar por completo la percepción de una persona cuando va a ver la casa.
