Estos consejos están tomados del libro OMM Organizarte, de Melanie Melhem, en el que condensó los mejores trucos de orden para el hogar. Sus recomendaciones son:
1. Hacer que el orden sea accesible para todos. La clave es ordenar con una lógica que le permita a todos los integrantes de la familia encontrar o guardar objetos.
2. Cuando te vayas de un espacio de la casa, dejalo más ordenado aún. Es decir, si ya no vas a estar en living, sacudí el almohadón donde estuviste sentado/a y lleva el vaso que usaste a la cocina (y una vez ahí, lavalo). Así no tendrás que recorrer toda la casa para acomodar lo que quedó pendiente.
3. Incorporá un objeto y sacá otro. Cuando compres algo, sacá otra cosa que ya no uses o no te guste tanto. No necesariamente deberían ser ambos elementos de la misma categoría. La meta es ir contra la tendencia de la acumulación y tener siempre la misma cantidad de objetos.
4. Comprar dentro de la casa. ¿Cuál es el método? Quizás necesites almohadones para el living y resulta que los de otro espacio de la casa quedarían mucho mejor ahí. O te das cuenta que el adorno que está en el pasillo quedaría mejor en la entrada.
5. Evitá la acumulación, esto es fundamental para tener una casa ordenada. Distinguí entre impulso y necesidad. Pensá si lo que estás comprando te sirve, si le vas a dar uso, tomando en cuenta no solo que ese objeto esté en liquidación, tenga buen precio o esté de moda.
6. Identificá los imanes de acumulación. Algunos rincones parecen atraer todo eso que no tiene un lugar específico.
Es importante bajar las expectativas, porque el orden no tiene que transformarse en una obsesión. Un ejemplo claro es el de los juguetes infantiles, los chicos necesitan desparramarlos, es sano y parte del juego. Después del cual ya vendrá el momento de dejar el espacio organizado.
Fuente Clarín
