Las vacaciones son un momento clave para nuestro cuerpo y nuestra mente, y la alimentación es un aspecto clave para que las vacaciones resulten reparadoras para nuestro organismo. Algunos consejos prácticos para una alimentación saludable son:
– Tomar no menos de 2 litros de agua al día, para evitar la deshidratación y consumir alimentos frescos, en particular verduras y frutas, que son ricas en agua, vitaminas y minerales.
– Tomar productos con Vitamina A, que es gran antioxidante. La encontramos en los lácteos y derivados, la zanahoria, las espinacas, las acelgas, la yema de huevo, el tomate, el melón y la lechuga, entre otros.
– En la medida de lo posible, reducir las porciones de panes, bizcochos y productos de panadería.
– En el desayuno, incluir una fruta, leche o yogur, y algún cereal (pan, cereal o galleta).
– Evitar el consumo de grasas. No abusar de los asados y helados de crema.
– No ingerir alimentos que hayan perdido la cadena de frío, esto es especialmente importante en los pescados y mariscos.
– No comer sándwiches todos los días 😉