Los científicos explican cómo visitar la playa rejuvenece la mente y el cuerpo

Los amantes de la playa conocerán bien sus encantos. El ruido del mar sobre la arena, la belleza de sus colores, la paz que transmite. Por eso, la playa es y seguirá siendo una de las bellezas naturales más buscadas en cualquier época del año y especialmente en verano.

Pero ahora, la ciencia ha ido más allá, y ha descubierto que la playa tiene beneficios reales sobre nuestra salud física y psicológica. Que sus beneficios no pasan solo por su belleza, sino también por otros factores, como estos:

1. El mar y la brisa reducen los niveles de estrés

Al ir a la playa, no sólo nos sentimos más tranquilos por el hecho de estar disfrutando de un momento agradable. Además, los componentes del entorno marítimo tienen influencia directa sobre el sistema nervioso y reducen el estrés y la ansiedad.

Explica Araceli Muela García, especialista en hidrología médica: “la ionización negativa de la brisa marina aumenta los niveles de serotonina, con lo que comienza a disminuir los niveles de ansiedad”.

El mar también aumenta los niveles de serotonina y si, además, nadamos un rato, el efecto es aún mayor. Es que nadar (y especialmente en el mar) favorece el enlentecimiento del ritmo cardíaco, una mejor oxigenación de los tejidos y mejora la circulación periférica”.

2. Te ayuda a dormir mejor

Si has ido alguna vez a la playa sabrás que después de una jornada costera, terminas muy cansado, aunque “no hayas hecho nada”.

En realidad, aunque no te des cuenta, entre un rato que hayas pasado en el agua y algún paseo, ya has hecho ejercicio. Además, al reducirse los niveles de estrés te sientes relajado.

Pero también se debe a que el calor y el sol tienen efectos sedantes. Entonces, tras un baño en el mar, la fatiga acumulada por el esfuerzo facilita la relajación y la inducción al sueño.

3. La playa se parece a la meditación

Empíricamente, más de uno sabe que ir a la playa despierta su creatividad. O que, luego de una visita al mar, descubren la solución a un problema.

Esto, que más de uno debe haber sentido, está relacionado con que la playa tiene un efecto similar en el cerebro que practicar meditación.

La playa desencadena la sensación de calma, y la posibilidad de desconectarse de todo alrededor para enfocarse en lo verdaderamente importante. Por eso, también es una herramienta creativa.

4. Mejora la respiración

En la playa, todo el mundo en algún momento inhala profundamente y suelta un “qué rico olor a mar”. Esa actitud parece ser más sana de lo que parece.

Según la Dra. Muela García, “la brisa marina actúa como una especie de aerosol o spray natural muy rico en yodo, perfecto para regular la glándula tiroides y por el grado de humedad, ayuda a la expulsión de moco.”

Así es que respirar en la playa tiene enormes beneficios. Además, la brisa marina mejora el ritmo cardíaco y la circulación, aumenta la amplitud de los movimientos respiratorios, mejorando la ventilación pulmonar y aumenta la hemoglobina y hematíes y fijación de oxígeno.

Son beneficios que seguramente te costará encontrar en la ciudad.

5. El mar relaja los músculos

El golpe de las olas contra el cuerpo es una especie de masaje, con el cual conseguimos una relajación muscular con muy poco esfuerzo.

Además, moverse en el agua tiene otros beneficios, incluso sin la necesidad de hacer una gran rutina de natación. El sólo hecho de saltar las olas o moverse con ellas ya ayuda al cuerpo.

Pues con el agua el peso disminuye y entonces, como explica Jesús Rojo, “podemos mover rodillas y cadera con una carga menor, lo que beneficia la nutrición del cartílago, a la vez que no se le daña si estamos pasados de peso. También tendremos el beneficio provocado por mejorar el retorno venoso y realizar un buen drenaje linfático, todo ello debido a la mayor presión que hay a mayor profundidad”.

6. Beneficios para la piel

El agua salada tiene una composición más compleja que la dulce, porque tiene innumerables sales y minerales (lo que de hecho le da el sabor salado). Entre ellas hay cloruros, sodio, magnesio, calcio, potasio y yodo.

Todos estos minerales son muy favorecedores para la piel, ya que tiene efectos antioxidante y cicatrizante.

También tiene acción anti alérgica sobre la dermis y oxigenante a nivel celular. Incluso puede mejorar condiciones como la psoriasis o el eccema.

Por eso, nada mejor para lucir una piel joven y sana como un baño de mar.

Fuente: La Bioguía

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