Tené en cuenta la ubicación
Cuando busques un departamento, ya sea que esté en proyecto, recién construido o habitado, ubícalo en un mapa y fíjate si está a cerca de los lugares que frecuentas: centro de trabajo, colegios, supermercados, boticas, clínicas, bancos, cines.
Mirá si el departamento está en una zona desarrollada
Si junto al edificio donde está el departamento que te interesa hay más inmuebles similares, o si hay parques cerca, o si está en una zona tranquila, entonces tu nueva vivienda ganará valor.
Tené en cuenta el piso
Valorando las ventajas y desventajas de los diferentes pisos disponibles.
Considerá cuántos apartamentos hay en el edificio
Esto es importante no solo por la convivencia, sino por los costos de mantenimiento (gastos comunes). En este sentido, también importa saber sobre los garajes, específicamente si entra cualquier tipo de vehículo, si son espacios fijos o compartidos, etc.
Revisá cuidadosamente los planos
Si se trata de un departamento en proyecto, más allá de que las constructoras cumplan con lo que ofrecen, observa si la distribución de ambientes que tendrá te satisface. ¿La cocina es muy pequeña? ¿Quieres dos y no tres dormitorios? Si no te gusta, no lo dudes, buscá otro proyecto.
Conocé las medidas verdaderas del departamento
Importa saber los metros exactos, la distribución por habitaciones, la altura de los techos, grosores de pisos y paredes, ubicación de columnas, tamaño de ventanas, conexiones eléctricas, cableado, etc.
Informáte sobre los materiales y la antigüedad
Ambos factores están relacionados. Un edificio puede ser antiguo, pero estar bien construido, con buenos materiales, y un edificio nuevo puede ser una casa de cartón.
Tomá en cuenta el uso de los espacios comunes
Los edificios modernos cuentan ahora con espacios comunes: salas de gimnasia, sala de juego para niños, jardines internos, piscinas, todo lo cual representa costos adicionales.
Revisá al detalle toda la documentación
Aseguráte de que todos los papeles estén en regla. Es conveniente solicitar la asesoría de un abogado y de un agente inmobiliario.
Photo by Anna Demianenko on Unsplash